lunes, 7 de marzo de 2011

Métodos Naturales

Los métodos de planificación familiar natural son ( según la O.M.S.) aquellos que se basan en la observación de los signos y síntomas que ocurren naturalmente durante el periodo fértil e infértil del ciclo menstrual de la mujer, empleando técnicas sencillas para su registro. La pareja utiliza esta información a fin de evitar o lograr el embarazo.

Son métodos naturales porque se aplican conociendo y respetando los procesos naturales de la sexualidad humana. Es decir que pueden catalogarse como métodos naturales todos “aquellos procedimientos que tengan por finalidad regular la reproducción, pero no intenten modificar lo natural en el desarrollo del acto sexual, así como tampoco en la biología de ninguno de los cónyuges” (Zubirreta, Eduardo en Planificación Familiar).

Sabemos gracias a la ciencia que la mujer, durante su vida fértil no tiene posibilidad de ser fecundada permanentemente, sino en forma intermitente dependiendo esto del momento de la salida dl óvulo del ovario que se produce cada mes. El conocimiento y aprovechamiento de dicha circunstancia dada por la misma naturaleza a través del funcionamiento normal de los órganos de la reproducción del hombre y de la mujer, puede catalogarse como un procedimiento ntural para la regulación racional de la reproducción humana.

Por lo tanto, no existiendo artificios físicos, mecánicos u hormonales que esterilicen a la mujer, al hombre o al acto sexual, la efectividad del método depende del conocimiento de un hecho natural y cíclico: La ovulación de la mujer.

Clasificación de los métodos naturales

De índice simple:

Método del ritmo, calendario, Ogino-Knaus.

Método de la ovulación, moco cervical, Billings.

Método de la temperatura.

Método de la palpación cervical.

Método de la amenorrea, lactancia.

De índice múltiple:

Método mucotérmico.

Método sintotérmico.

Tecnología auxiliar:

Bioself.

Ovulator.

PG 53.

L. Sophya.

Tiras reactivas de LH (Evaplan).

Monitor Persona.

Método

Ovulación

Temperatura

Ritmo

¿Qué es?

Señala el tiempo de fertilidad e infertilidad en cada ciclo

Señala que la ovulación ocurrió exactamente hace tres días

Es matemático, se calcula el tiempo infértil de cada ciclo

¿Cómo trabaja?

Los esposos se abstienen o no cuando las señales de las señales de la ovulación están presentes, según busquen lograr o evitar un embarazo.

Los esposos se abstienen hasta que la ovulación haya pasado.

Los esposos se abstiene durante los días de mayor fertilidad. La mujer necesita ser regular en sus ciclos menstruales.

¿Quién lo usa?

Ambos.

Ambos.

Ambos.

Problemas que puede causar

Requiere madurez, generosidad observación y abstinencia.

No hay seguridad en el tiempo preovulatorio. Es necesario tomar la temperatura cada mañana antes de levantarse.

80% de seguridad. No es efectivo en mujeres de ciclos irregulares ni en momentos especiales como lactancia.

Efectos secundarios que puede causar

Fortalece el matrimonio. Aumenta el diálogo y la comprensión mutua

Iguales a los del método de la ovulación.

A veces largos tiempos de abstinencia.

Moralidad

Perfectamente bien.

Perfectamente bien.

Perfectamente bien.

Se puede aconsejar

Muy aconsejable, 99 % de efectividad si es bien enseñado, aprendido y aplicado. También puede ayudar a elegir el sexo del bebé con un 70% de efectividad.

Si

Si

Comentarios

Es el método más difundido en el mundo por la seguridad que proporciona y lo sencillos que resulta aprenderlo. Selo conoce como Método Billings o de la ovulación.

Es menos útil durante la lactancia y en la premenospausia.

No es muy efectivo porque no contempla los cambios que se producen en la mujer. Ha dado mala fama a los métodos naturales . Se lo conoce como el método de los días y es el más conocido.

La planificacion natural de la familia camino de felicidad en el matrimonio

A continuación detallamos algunos de los beneficios más importantes del método Billings:

1- es inocuo, no presenta efectos colaterales perjudiciales para la salud o el bienestar mental y físico de las personas que lo usan ya que no altera procesos naturales del oraganismo.

2- es económico, no supone gatos mientras que los contraceptivos suponen un gasto continuo.

3- es inmediatamente reversible, en el momento en que el matrimonio cambia su decisión de lograr o posponer el embarazo.

4- es eficaz y seguro, si es correctamente enseñado, aprendido y aplicado, tiene 99% de efectividad cientificamente comprobada.

5- Aplicable a todas las mujeres en todas las circunstancias de su vida reproductiva, su efectividad no depende de la regularidad de los ciclos ni de la situación que atraviese (lactancia, premenospausia, etc.)

6- Mejora la vida del matrimonio:

a- el ejercicio de la paternidad responsable depende de las mismas virtudes necesarias para alcanzar la felicidad en el matrimonio.
b- favorece al autodominio,.
c-aumenta en el marido el respeo y la valoración por la mujer así como la estima y la admiración de esta por su marido.
d- facilita la comunión dentro del matrimonio.
e- favorece el crecimiento de un verdadero amor que atiende más al bien del otro que al propio.
f- la continencia periódica enseña a menifestar el cariño en formas diferentes y más ricas, mejorando la comunicación afectiva del matrimonio.
g- ayuda al hombre y ala mujer a asumir conjuntamente la responsabilidad de su fertilidad.

7-Es moralmente lícito. el matrimonio puede utilizarlo con la conciencia tranquila si lo hace por razones serias, proporcionadas ( en el marco de una generosidad prudente).

domingo, 14 de septiembre de 2008

"El invierno demográfico que viene"


20/05/01  José Pacheco Saiz

Fuente: IEspaña (http://gaiaxxi.iespana.es/rep-suprpob.htm)

Según Naciones Unidas, la población mundial comenzará a disminuir a partir de la mitad del siglo XXI

La superpoblación va camino de convertirse en un mito del pasado. Las previsiones, al menos, así lo indican, con la llegada de un auténtico invierno demográfico. El Departamento de Población de la ONU, que ha vuelto a rectificar sus cálculos, pronostica en su último informe que la población mundial comenzará a disminuir a partir de la mitad del siglo XXI.

La División de Población de la ONU, en su último informe bianual -World Population Prospect: The 1996 Revisión- rebaja sus previsiones respecto del crecimiento de la población mundial. Ahora no sólo prevé que el número de habitantes se estabilizará a mediados del siglo próximo, sino que va más allá y aventura que, dentro de cuarenta años, comenzará a disminuir en todas las zonas de la tierra.

Ante este panorama, la ONU convocó en noviembre un encuentro de expertos para analizar, por primera vez en su historia, el problema del descenso demográfico, consecuencia del descenso de la natalidad en todo el mundo y, de manera más acusada, en el Tercer Mundo.

Como se sabe, hacia 1960 el Departamento de Población de la ONU sostenía que el crecimiento demográfico iba a ser casi exponencial y, por tanto, insufrible. Dos décadas más tarde mantenía que la población mundial alcanzaría en tomo al 2.050 un máximo de 15.000 millones. Luego, rebajó sucesivamente sus previsiones a 12.000 millones y a 10.000 millones de habitantes.

Pero ahora, el informe bienal más reciente de Naciones Unidas -analizado en detalle por la agencia Aceprensa en su servicio 1/98- calcula que la población mundial alcanzará su tope, 9.400 millones, entre el año 2.040 y el 2.050 y, a partir de ese momento, comenzará a disminuir.

ERROR DE BULTO

¿Cómo es posible que de unas previsiones a otras se hayan quedado por el camino 5.600 millones de personas, el total de la población actual?

Fundamentalmente porque el futuro humano siempre resulta incierto de predecir y también porque, por fin, se ha dejado de hacer catastrofismo acrítico.

Nadie duda que la clave de todo está en el acusado descenso que ha experimentado la tasa de fecundidad. Para el demógrafo Manuel Ferrer Regalés, entre las causas de este descenso hay que distinguir las de orden socioeconómico -dificultades de acceso a la vivienda y al trabajo, así como tamaño de la vivienda, integración de la mujer en la actividad profesional, exacerbación del consumismo-, demográficas -aumento de la edad media del casamiento- y sociológicas -extensión de la cohabitación, es decir de las parejas ajenas a todo vínculo».

Pero estas razones no bastan para explicar un descenso tan pronunciado. Y, por eso, añade: «Unicamente la decadencia de valores, el proceso de secularización ( ... ) explican la velocidad de este descenso y su supuesta continuidad».

CONTRACEPCIÓN INJUSTIFICADA

Curiosamente, ningún experto atribuye el bajón demográfico a las salvajes campañas de control de la natalidad de organizaciones como Planned Parenthood o Zero Population Growth, que han sembrado el aborto y los anticonceptivos en numerosos países en desarrollo.

Para el periodista británico Matt Ridley, la caída de la natalidad se debe, ante todo, a factores naturales y sociales, que habrían producido efectos parecidos aunque no se hubieran llevado a cabo políticas anticonceptivas. Es decir, que las campañas de control de la natalidad nunca estuvieron económicamente justificadas.

El descenso de la mortalidad infantil, que lleva a las parejas a no concebir más hijos; el aumento de la población en las ciudades, donde es más difícil mantener una familia numerosa; la prolongación de los estudios, que retrasa el matrimonio y, sobre todo, la mentalidad hedonista que antepone un mayor nivel de vida a formar una familia numerosa han sido factores mucho más determinantes para el descenso de la fecundidad.

EL DESARROLLO FRENÓ LA NATALIDAD

Así, cuando más medios económicos tienen, las parejas no se plantean tener ni tan siquiera dos hijos. Lo cual parece indicar que, paradójicamente, el desarrollo económico ha traído consigo un descenso de la natalidad.

Esta es la opinión del demógrafo francés Hervé Le Bras, de la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales, quien explicaba al diario La Vanguardia que «donde hay desarrollo económico, la natalidad baja ( ... ). El país que se desarrolla escolariza a sus niños. Y esto cuesta caro a los padres, que tienen que invertir en el futuro de sus hijos. Al contrario, cuando no hay posibilidad de estudiar, mejor tener muchos hijos: trabajan. Los africanos que tienen muchos hijos no son nada primitivos. Al contrario, son "homo oeconomicus ": optimizan su situación».

Comentando la paradoja de los países a los que hace veinte años se les pronosticaba la ruina completa y ahora tienen un desarrollado envidiable, Le Bras se pregunta: «¿ Quien hubiera dicho que la India se convertiría en exportadora de cereales?» Y añade: «en los últimos treinta años, la ración alimenticia por persona ha aumentado hasta en países límites como Bangladesh, Pakistán o India. Sólo en Africa tropical no se incrementó. Curiosamente allí hay enormes reservas de agua y de tierras cultivables».

PROBLEMA POLÍTICO

El problema de los alimentos es más bien un problema político, dice Le Bras, y «nadie ignora que los acuerdos del GATT influyen más en la agricultura que la población mundial. Al igual que la llamada "cerealización del mundo", dictada por las multinacionales».

Es lo que también dice, de otra manera, Norman Borlaug, premio Nobel de la Paz en 1970 y responsable del espectacular crecimiento de la producción agrícola en India y Pakistán:«el mundo produce lo suficiente para alimentarse sorprendentemente bien. El problema es conseguir una equitativa distribución. Incluso aunque los países pobres fueran capaces de importar todo lo que necesitan, no podrían distribuirlo. El estado de su sistema de transporte no les permitiría hacer llegar los alimentos a toda la población, porque en esos países, entre el 75 % y el 85 % de la gente vive en zonas rurales aisladas».

A este respecto, Manuel Ferrer Regalés apunta que «no existe una relación entre tasa de incremento demográficoy progreso económico, aunque las tasas muy elevadas dificultan seriamente el progreso, y una tasa baja, con envejecimiento añadido, plantea problemas de índole económica y social».

FECUNDIDAD EN EL 2035

Sea como fuere, todos coinciden ahora en afirmar que el problema del envejecimiento de la población es muy serio: afecta ya a 51 países y pronto lo tendrán otras 37 naciones más.

Se trata, además, de un problema ciertamente nuevo, porque nunca había disminuido la fecundidad tan deprisa, durante tanto tiempo y hasta un nivel tan bajo.

Señala el referido servicio de Aceprensa que la tasa de fecundidad media del planeta era en 1950 de 5 hijos por mujer. En 1975 estaba en 4; en 1990 pasó a 2,9 y en 1996, a 2,8.

Entre otras cosas, esto acarreará un cambio en la distribución de la población. Si hoy viven en África tantas personas como en Europa, para el 2050 los africanos triplicarían a los europeos. De hecho, ya asistimos a importantes movimientos migratorios.

ENVEJECIMIENTO GRAVE

Las previsiones de la División de Población aseguran que en el 2035 la tasa estará por debajo de los 2,1 hijos por mujer en todas las regiones del mundo.

La tendencia, desde luego, es clara y generalizada, ya que, desde 1965 a 1993, la fecundidad sólo aumentó en 11 países, casi todos ellos africanos y poco poblados.

En los países desarrollados la fecundidad estaba a principios de esta década en 1,7 por mujer; ahora está en 1,5, pero se estima que seguirá bajando hasta el 1,4.

En los países en vías de desarrollo la tasa de fecundidad era de 3,3 hijos por mujer en 1990. La ONU cree que bajará hasta los 2 en el 2020 y a 1,6 hijos en el 2050.

En cuanto a los países menos desarrollados, de los 5 hijos por mujer en 1990, pasarían a 4 en el 2010; 3, en el 2020 y menos de 2, en el 2035.

TASA DE REPRODUCCIÓN

Con estos datos, la predicción de la ONU es que en la segunda mitad del próximo siglo la tasa mundial neta de reproducción será muy parecida a la que hoy tienen los países desarrollados, que es del 0,7 %. Lo cual supone que cada generación será un 30 % más pequeña que la anterior.

Si en 1995 la edad media de la población mundial era de 25 años, de confirmarse los pronósticos, a mediados del siglo XXI aumentará a 42 años. En Italia, la edad media alcanzaría los 58 años; 55 años, en Alemania y 53, en Japón.

Preocupa, además, el drástico adelgazamiento de la pirámide de población, que disminuye la posibilidad de atender a los más mayores.

En tomo al 2050 se calcula que, en los países más desarrollados, por cada niño menor de 5 años habrá 8 personas mayores de 65 años. En los países en vías de desarrollo la proporción será de 3 a 1.

En cuanto a las consecuencias sociales del envejecimiento, parecen bastante claras: el retraso en la edad de las jubilaciones, la subida de las cotizaciones y la reducción de las prestaciones. También es posible una mayor soledad de la gente: cuando no hay hermanos acaba no habiendo tíos ni primos.

Igualmente, desde el punto de vista económico, las consecuencias para el consumo son grandes, a no ser que la Tercera Edad acabe convirtiéndose en negocio.

No se trata de caer de nuevo en el alarmismo. Las predicciones anteriores fallaron estrepitosamente. Ahora la posibilidad de acertar es algo mayor, porque al darse una reducción de generaciones, el envejecimiento parece inexorable a medio plazo.

En cualquier caso, los demógrafos afirman que las predicciones malthusianas no se han cumplido; más bien, todo lo contrario. En los últimos cincuenta años la producción de alimentos per cápita supera con mucho el crecimiento de la población, a pesar del ritmo acelerado de esta última. Malthus y sus agoreros seguidores, concluye Matt Ridley, se equivocaron, no sólo por el lado de la demanda (la población), que no ha crecido como suponían, sino también por la oferta (los recursos), cuyo crecimiento ha sido espectacular.

JULIAN SIMON: "CUANTA MÁS GENTE, MÁS RECURSOS"

E1 último estudio de la ONU -World population Prospects: The 1996 Revision- corrige el pronóstico anterior que hizo este organismo y ahora, no sólo dice que el crecimiento de la población se va a estabilizar, sino que, a partir de la mitad M siglo XXI, comenzará a disminuir.

El norteamericano Julian Simon, uno de los mayores expertos en el estudio de los efectos económicos de los cambios demográficos, fallecía hace unas semanas, poco después de ser investido doctor honoris causa por la Universidad de Navarra. Durante su estancia en Pamplona comentaba para PALABRA que, en realidad, la nueva tendencia negativa prevista por la ONU no es más que la demostración de que nadie conoce el futuro:

-La única tendencia negativa es la tendencia a hacer predicciones equivocadas. Hicieron mal las predicciones anteriores vaticinando por lo alto, ahora han hecho mal calculando por lo bajo. Porque no conocen el futuro.

-Los que se alarmaban por el "baby boom" en los años 60 y 70, no se asustan ahora delgrandpaboom u oldmenboom que se avecina? ¿A qué se debe esta distinta reacción?

-Esta pregunta la debe responder un psicólogo. Yo soy economista.

¿Por qué la gente cree lo que cree? No lo sé. Pienso que tenemos una tendencia genética a creer en ideas catastrofistas; padecemos una cierta propensión a ello. Puede resultar beneficioso prever las catástrofes, pero no las catástrofes económicas.

Decididamente no conozco la respuesta a su pregunta. Creo que nadie la sabe. Pero me planteo: ¿por qué a la gente le gusta ver películas de terror? Si se logra explicar eso, también se podría responder la pregunta.

-Parece existir una presión fuerte de los gobiernos y de los medios de comunicación contra la familia y contra la natalidad....

-¿De verdad se trata de una presión por parte de los gobiernos o más bien ¿le personas individuales? Habitualmente los periodistas constituyen un problema más grave que los gobiernos. No mediante una conspiración, sino difundiendo ideas erróneas, con una lógica equivocada, porque no saben economía. ¡Alguien tendría que enseñar economía a esa gente!

Lo que yo digo, por ejemplo, suele ir contra la opinión general más difundida, según la cual, cuanta más gente haya en el mundo habrá menos alimentos, menos recursos. Por tanto, el problema se centra en enseñar economía a la gente y mostrarles que el sentido común se equivoca en este caso. Y esto no es nada sencillo. Si existen las universidades, es porque hay cosas que no son obvias, ni evidentes.

-¿Cómo fomentar entonces una cultura pro-natalista?

-No lo sé. Yo soy economista, no sacerdote, y ese no es mi trabajo. Pero la economía muestra que cuanta más gente hay, más recursos se producen. Sin embargo, no es éste un argumento "pro-vida ". Los argumentos "pro-vida " son éticos, no económicos.

RAFAEL HERNÁNDEZ URIGÜEN.

MALTHUS, DESMENTIDO

De 1820 a 1992.la población se ha multiplicado por cinco, la riqueza global por cuarenta y el nivel de vida individual casi por nueve, Las sombrías predicciones de Malthus han sido desmentidas.

La edad de oro de estos dos siglos ha sido el período 1950-1973. El segundo mejor período de crecimiento ha sido 1870-1913, y el tercero 1973-1992. Nuestros lamentos cotidianos sobre la crisis económica parecen, pues, injustificados y simplemente ridículos,

Otro resultado importante: la desigualdad de las naciones no ha cesado de aumentar durante estos dos siglos. Los países o las regiones más prósperas a comienzos del período, Europa Occidental, América M Norte, Australia, Nueva Zelanda, son las que han progresado más rápido. La diferencia entre el país más rico y el más Pobre era de 3 a 1 en 1820; hoy es de 72 a 1. Sin embargo, la clasificación es en 1992 más o menos la misma que Adam Smith había obtenido en sus investigaciones. África ha permanecido en la parte baja de la clasificación con una renta media per cápita que equivale hoy a la que tenía Europa en 1820.

A la cabeza de los factores explicativos de esta prodigiosa expansión de la riqueza y de su desigual distribución, Angus Maddison coloca en primer lugar el progreso técnico, sobre todo en los transportes y comunicaciones. En cambio, las riquezas naturales desempeñan 

viernes, 22 de agosto de 2008

Ventajas de una familia numerosa

Autor: María Martha Berola de Barrio

Una familia numerosa hoy en día, sobre todo en Europa, es algo “fuera de lo común”, pero a la vez soy testigo que es objeto de admiración. Soy argentina y vivo en Croacia, tengo siete hijos y muchas veces me han dicho: “¡que honor, la felicito!” algo que en los países de Latinoamérica en general no causa esa reacción, pues no es tan extraño, aunque la vida «moderna» también influyó en esas latitudes .Es que una familia grande no va de la mano del feroz consumismo. ¿Cuánto necesitaríamos para comprarles a cada uno un teléfono celular? ..y más si es de aquellos que tienen las mil y una sinfonías y una especial para mamá cuando llama.Desde los primeros años del colegio primario la mayoría ya lo tienen ...y no justamente como medio de seguridad.¿Qué pasa aquí en Europa? ¿Es que ya es algo imposible pensar en una familia grande? a pesar de que muchos lo ven como una bendición, no se animan.Lógicamente conlleva un trabajo mucho más grande, pero las ventajas y satisfacciones son muchas más aun. Primero porque como seres creados por Dios nuestra cercanía a Él es mayor.Con el sacramento del matrimonio empezamos a recorrer otro camino y en él, si Dios así lo permite llegan los hijos. Participamos del poder creador de Dios y por eso el amor humano es santo, noble y bueno. Muchos me dicen: “¿Pero...cómo?, ¡Con todo lo que se necesita! ¿Cómo llegar al fin del día?”. Mantener a un hijo no es darle todo, es darle lo necesario para que viva dignamente, crezca sano, tenga acceso a la escolaridad y además, como cristianos, permitirles que reciban formación espiritual. Dándole de más a un niño le estamos haciendo daño, no un bien. En las familias numerosas es casi imposible darles de más.En una familia numerosa, en la crianza de los niños, casi naturalmente se incentivan virtudes como el respeto, generosidad, simpleza, orden, el ser sociables, el ser medidos y la responsabilidad. La familia es como una carreta en donde todos deben tirar y los hermanos mayores tienen ciertas obligaciones, como transmitir las normas y costumbres familiares y dar buenos ejemplos, orientar en distintas áreas a sus hermanos, en estudios, amistades tiempo libre y desde luego buenos consejos.Los principios posmodernos, como el materialismo, consumismo, hedonismo, dualismo, individualismo, etc, no encuentran en la familia numerosa buen campo de cultivo.Una casa con muchos hijos es difícil encontrarla vacía, tiene vida, es alegre, siempre le hace falta algo a alguien ... sus integrantes desarrollan su imaginación para poder lograr metas, cultivarse, estudiar, salir adelante. Verdaderamente conmueve ver un hogar que por encima de las pequeñas contradicciones diarias, o de ciertas necesidades, se percibe un cariño hondo y sincero, una tranquilidad -a pesar del bullicio de ser tantos- que es fruto de una fe real y vivida.Cada hijo que nos concede Dios es una gran bendición divina: ¡no le tengamos miedo a los hijos!

Fuente, Catholic net, familia y vida.

Con los chicos no

Autor: Matías Gordillo

La sonrisa de un niño, dibujada en la frescura de la vida, me sugirió la urgencia de la acción y el miedo por la inocencia perdida.
Los grandes somos los que contribuimos ampliamente en la corrupción o la grandeza de las generaciones venideras, y somos los padres los que debemos dejar nuestro corazón en esta vida, si nuestros hijos están en peligro, sobretodo cuando éste peligro no atenta solo a lo biológico o físico, sino también a lo espiritual, a lo que hará de ellos hombres de honor que lleven su ser a una plenitud y excelencia, o jóvenes que pasen por esta vida, llevados por su perezosa ansia de una felicidad que nunca llegarán a alcanzar, ya que sabemos bien que mas vale vivir una corta vida pero digna, que una vida prolongada en el que cada mañana es un sinsentido.
Hoy estamos en ese peligro. No solo las familias, sino los chicos. Algunos dirán que soy exagerado, para ellos solo quisiera mencionar algunos rasgos de nuestra sociedad, fácilmente constatables, que nos están hablando que hoy sufrimos una revolución cultural. Esta revolución apuntó a “transformar en derechos, lo que siempre en la sociedad argentina fueron considerados delitos como ser: el aborto, la contracepción en todas sus formas, la pornografía y el lenguaje soez, concientemente incorporado en los medios de comunicación, la disolución familiar por medio del divorcio, la patria potestad compartida, la legitimidad de formas diversas de sociedad familiar, como el “matrimonio” entre homosexuales, la “protección jurídica de la oferta de sexo callejero por las prostitutas y los homosexuales, “el travestismo”, la definición del sexo como “género opcional”, sin respetar el dictado de la naturaleza ni la revelación de Dios que los creó “varón y mujer”, la incitación abierta y descarada de los jóvenes a la promiscuidad sexual engañándolos con el reaseguro del uso del preservativo, la asistencia en los hospitales públicos a los menores, sin anuencia de los padres, para resolver de cualquier manera las consecuencias de las relaciones sexuales extramatrimoniales, la legitimación de los métodos de esterilización a aplicar también en los hospitales públicos, y todo eso a través de leyes mentirosamente llamadas de “Salud reproductivas”, cuando en realidad lo que buscan es instaurar en el país la revolución sexual que haga posible implantar un “terrorismo demográfico”, potenciado en todos lo foros internacionales por los estados unidos, que invierte ingentes sumas de dinero en programas ordenados a detener el crecimiento poblacional (…). La pornografía cumple con un objetivo político de primera magnitud: abre las puertas a la disolución de las costumbres lo que acarrea el desquiciamiento de la moral familiar.
A todo esto se suma el intento, que ya se está llevando a cabo en nuestro país, de propiciar por ley, programas de “educación sexual” de niños y jóvenes, a través del estado y aplicados en las currículas escolares.
Mediante la consigna de la “superación social” de los prejuicios de una sociedad familiar “hipócrita”, “autoritaria” y “represiva”, se busca implantar una suerte de sexualidad académica que ponga definitivamente al país en la avanzada de la civilización y la democracia, afirmando, como un logro de la vigencia de los derechos humanos, la libertad sexual. (…) Se confunde educación sexual o educación para el amor verdadero, con “instrucción genital” y “práctica lúdica”. Fácilmente se llega al límite ominoso de la corrupción de menores. Frente a estos intentos, cualquier padre de familia, que mire al cumplimiento de una elemental ética natural, tendrá que reaccionar sorprendido cuando perciba que a sus hijos se les aconseja la práctica masturbatoria, o se les enseñe que el matrimonio monogámico es castrante, o que el camino a la heterosexualidad pasa por la homosexualidad, o que el sexo es opcional(…)[1].
Nuestros antepasados, en algunas circunstancias de la vida de nuestra patria, por muchas menos agresiones, han sido capaces de empeñar tiempo, dinero y hasta sus propias vidas, dejando familias huérfanas y amigos. Nosotros ¿Qué haremos?, ¿Qué le diremos a nuestros hijos sobre nuestra tarea?, ¿Qué excusa le pondremos a Dios en el día del encuentro definitivo? Padres, llenémonos de audacia y caridad y recordemos: “Vosotros sois la sal de la tierra, mas si la sal pierde su sabor, ¿Con qué se la salará?”[2]

[1] “Reflexiones sobre el quehacer político en la Argentina de hoy”, Documentos. Año 2001
[2] Evangelio de San Mateo, cap.5 – vers. 13, 16.

jueves, 21 de agosto de 2008

Algunos datos sobre la población en Argentina

..”Si observamos los valores de los censos anteriores se ve que el ritmo de crecimiento de la población total viene bajando en el tiempo. La población crece, pero cada vez más lentamente. Entre 1980 y 1991 aumentó a una tasa de crecimiento medio anual de 14.7‰, entre 1991 y 2001 el valor fue 10.1%. Este descenso en el ritmo de crecimiento se reitera en la mayoría de las jurisdicciones del país”(Conclusiones publicadas por el Ministerio del interior de la Presidencia de la Nación)

Población
40.677.348 (Julio 2008 est.)
Distribución por edad
0-14 años: 24,6% (hombres 5.123.722/mujeres 4.893.843)
15-64 años: 64,6% (hombres 13.143.693/mujeres 13.127.372)
65 años y más: 10,8% (hombres 1.801.101/mujeres 2.587.617) (2008 est.)

Tasa de crecimiento
0,917% (2008 est.)
Tasa de natalidad
16,32 nacimientos/1.000 habitantes (2008 est.)

Tasa de mortalidad
7,54 muertes/1.000 habitantes (2008 est.)
Tasa de migración neta
0,39 migrante(s)/1.000 habitantes (2008 est.)

Distribución por sexo
al nacer: 1,05 hombre(s)/mujer
menores de 15 años: 1,05 hombre(s)/mujer
15-64 años: 1 hombre(s)/mujer
65 años y más: 0,7 hombre(s)/mujer
población total: 0,97 hombre(s)/mujer (2008 est.)

Tasa de mortalidad infantil
total: 13,87 muertes/1.000 nacimientos
hombres: 15,65 muertes/1.000 nacimientos
mujeres: 11,99 muertes/1.000 nacimientos (2008 est.)

Expectativa de vida al nacer
población total: 76,52 años
hombres: 72,81 años
mujeres: 80,43 años (2008 est.)

Tasa de fertilidad
2,09 infantes nacidos/mujer (2008 est.)

Si nuestra población ha disminuido y está envejecida ¿Porqué tanto énfasis en el control de la natalidad? ¿A quienes les conviene esta política?
Deberiamos aprender y observar los serios problemas que presenta la Comunidad europea como resultado de tantos años atacando a las familias con muchos hijos y tambien las desesperadas medidas que estan tomando para evitar ser extinguidos por los inmigrantes,que crecen mas que la población natural, tratando de fomentar a los jovenes que fueron formados en una sociedad individualista y egoista a que se aventuren en la generosa empresa de una familia numerosa. Esperemos no llegar a esta instancia y poder seguir poblando nuestra Argentina con argentinos.

Benedicto XVI: Los desafíos de la Familia

Discurso a la asamblea plenaria del Consejo Pontificio para la Familia
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 14 mayo 2006 (ZENIT.org).- Publicamos un extracto del discurso que dirigió Benedicto XVI este sábado a los participantes en la asamblea plenaria del Consejo Pontificio para la Familia.
…Vuestra reunión os ha dado la oportunidad de examinar los desafíos y proyectos pastorales relacionados con la familia, considerada con razón como iglesia doméstica y santuario de la vida. Se trata de un amplio campo apostólico, complejo y delicado, al que dedicáis energías y entusiasmo con el objetivo de promover el «Evangelio de la familia y de la vida». ¿Cómo no recordar, en este sentido, la visión de amplias miras de mis predecesores, en particular de Juan Pablo II, que promovieron con valentía la causa de la familia, considerándola como la realidad decisiva e insustituible para el bien común de los pueblos?La familia, fundada sobre el matrimonio, constituye un «patrimonio de la humanidad», una institución social fundamental; es la célula vital y el pilar de la sociedad y esto afecta tanto a creyentes como a no creyentes. Es una realidad a la que todos los estados deben dedicar la máxima consideración, pues, como le gustaba repetir a Juan Pablo II, «el futuro de la humanidad se fragua en la familia» («Familiaris consortio», 86). Además, según la visión cristiana, el matrimonio, elevado por Cristo a la altísima dignidad de sacramento, confiere mayor esplendor y profundidad al vínculo conyugal, y compromete más intensamente a los esposos que, bendecidos por el Señor de la Alianza, se prometen fidelidad hasta la muerte en el amor abierto a la vida. Para ellos, el centro y el corazón de la familia es el Señor, que les acompaña en su unión y les apoya en su misión de educar a los hijos hacia la edad madura. De este modo, la familia cristiana coopera con Dios no sólo dando la vida natural, sino también cultivando las semillas de vida divina donada en el Bautismo. Estos son los ya conocidos principios de la vida cristiana del matrimonio y de la familia. Los recordé una vez más el jueves pasado al dirigirme a los miembros del Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia.En el mundo de hoy, en el que se difunden concepciones equívocas sobre el hombre, sobre la libertad, sobre el amor humano, no tenemos que cansarnos de volver a presentar la verdad sobre la familia, tal y como ha sido querida por Dios desde la creación. Por desgracia, está creciendo el número de separaciones y divorcios, que rompen la unidad familiar y crean muchos problemas a los hijos, víctimas inocentes de estas situaciones. La estabilidad de la familia está hoy particularmente en peligro; para salvaguardarla es necesario ir con frecuencia contra la corriente de la cultura dominante, y esto exige paciencia, esfuerzo, sacrificio y búsqueda incesante de la comprensión mutua. Pero también hoy les es posible a los cónyuges superar las dificultades y mantenerse fieles a su vocación, recurriendo al apoyo de Dios con la oración y participando asiduamente en los sacramentos, en particular, la Eucaristía. La unidad y la firmeza de las familias ayudan a la sociedad a respirar los auténticos valores humanos y a abrirse al Evangelio. A esto contribuye el apostolado de muchos Movimientos, llamados a actuar en este campo en armonía con las diócesis y las parroquias.Además, hoy, es un tema particularmente delicado el respeto debido al embrión humano, que debería nacer siempre de un acto de amor y ser tratado ya como persona (Cf. «Evangelium vitae», 60). Los progresos de la ciencia y de la técnica en el ámbito de la bioética se transforman en amenazas cuando el hombre pierde el sentido de sus límites y, en la práctica, pretende sustituir a Dios Creador. La encíclica «Humanae vitae» confirma con claridad que la procreación humana debe ser siempre el fruto de un acto conyugal, con su doble significado de unión y de procreación (Cf. n. 12). Lo requiere la grandeza del amor conyugal, según el proyecto divino, como ya he recordado en la encíclica «Deus caritas est»: «El "eros", degradado a puro "sexo", se convierte en mercancía, en simple "objeto" que se puede comprar y vender; más aún, el hombre mismo se transforma en mercancía […]. En realidad, nos encontramos ante una degradación del cuerpo humano» (n. 5). Gracias a Dios, especialmente entre los jóvenes, muchos están redescubriendo el valor de la castidad, que se presenta cada vez más como una garantía segura del amor auténtico. El momento histórico que estamos viviendo exige que las familias cristianas testimonien con valiente coherencia que la procreación es fruto del amor. Un testimonio así será un estímulo para los políticos y legisladores para que salvaguarden los derechos de la familia. Es sabido que se están acreditando soluciones jurídicas para las así llamadas «uniones de hecho» que, rechazando las obligaciones del matrimonio, pretenden gozar de derechos equivalentes. A veces, además, se quiere incluso llegar a una nueva definición del matrimonio para legalizar las uniones homosexuales, atribuyéndoles también a ellas el derecho a la adopción de los hijos.Amplias áreas del mundo están sufriendo el así llamado «invierno demográfico», con el consiguiente envejecimiento progresivo de la población; en ocasiones parece que las familias están asediadas por el miedo ante la vida, la paternidad y la maternidad. Es necesario volverles a dar confianza para que puedan seguir cumpliendo con su noble misión de procrear en el amor. Doy las gracias a vuestro Consejo Pontificio, pues a través de encuentros continentales y nacionales trata de dialogar con quienes tienen responsabilidades políticas y legislativas en este sentido, y trata de tejer una amplia red de coloquios con los obispos, ofreciendo a las Iglesias locales cursos abiertos a los responsables de la pastoral. Aprovecho, además, la ocasión para reiterar la invitación a todas las comunidades diocesanas a participar con sus delegaciones en el quinto Encuentro de las Familias que se celebrará en julio próximo en Valencia, España, en el que, si Dios, quiere, tendré la alegría de participar.Gracias una vez más por el trabajo que realizáis; ¡que el Señor siga haciéndolo fecundo! Por este motivo, os aseguro mi recuerdo en la oración. Invocando la maternal protección de María, os imparto a todos vosotros mi bendición, y la extiendo a las familias para que continúen edificando su hogar siguiendo el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret.